Parece que ahora, por fin, aunque con la lentitud de una locomotora de vapor del siglo XIX, la 'escudella i carn d’olla' atrae a los cocineros jóvenes, que alternan el sifón y la marmita con naturalidad.
Este tiempo es interesantísimo porque la vanguardia y la tradición colaboran y conviven bajo el mismo techo. Aleix Jorba, que con Carles Tejedor recorrió durante seis años el abecedario de la creatividad y los modelos de negocio (pasando por China y Washington), desacelera en la Bodega Rauxa, que ha abierto en Sabadell con su hermano Sergi.
Brasa (cómo no: hay que meterse a fondo en el laberinto del humo), entretenimientos previsibles (aunque imprescindibles: qué croquetas) y algunos platos de envergadura, como ese 'capipota' cubierto con un carpacho de gambas (crustáceo que también ameniza la salsa) o las albóndigas, alegradas con el mismo animalillo sin pelar y pasado por la parrilla.
«¿Por qué ramen sí y escudella no?». Es una idea con la que coqueteo desde hace una década cuando publiqué en un libro una receta titulada, precisamente, 'Escudella ramen'. Desde entonces he teorizado varias veces sobre el asunto. No insisto.
Copa de la garnacha de Casa Mariol, plato con 'galets (sin las feas y decepcionantes roturas, tan comunes) y 'pilotilles' e Isaac Catalán con la jarrita con el caldo. Denso e intenso.
Después, las hortalizas, la legumbre y las carnes: zanahoria, patata, col, nabo, garbanzos, butifarra blanca y negra, 'cansalada', jarrete de ternera, oreja, morro y 'peu de porc'. ¡Uauh! De postre, el (muy buen) flan de ratafía.
¿Satisfecho? Altamente satisfecho: Aleix cocina por separado cada una de las carnes y cada una de las verduras, respetando sus tiempos.
Brasa (cómo no: hay que meterse a fondo en el laberinto del humo), entretenimientos previsibles (aunque imprescindibles: qué croquetas) y algunos platos de envergadura, como ese 'capipota' cubierto con un carpacho de gambas (crustáceo que también ameniza la salsa) o las albóndigas, alegradas con el mismo animalillo sin pelar y pasado por la parrilla.
«¿Por qué ramen sí y escudella no?». Es una idea con la que coqueteo desde hace una década cuando publiqué en un libro una receta titulada, precisamente, 'Escudella ramen'. Desde entonces he teorizado varias veces sobre el asunto. No insisto.
Copa de la garnacha de Casa Mariol, plato con 'galets (sin las feas y decepcionantes roturas, tan comunes) y 'pilotilles' e Isaac Catalán con la jarrita con el caldo. Denso e intenso.
Después, las hortalizas, la legumbre y las carnes: zanahoria, patata, col, nabo, garbanzos, butifarra blanca y negra, 'cansalada', jarrete de ternera, oreja, morro y 'peu de porc'. ¡Uauh! De postre, el (muy buen) flan de ratafía.
¿Satisfecho? Altamente satisfecho: Aleix cocina por separado cada una de las carnes y cada una de las verduras, respetando sus tiempos.