Kimbo, en Sabadell, es uno de los restaurantes preferidos de mis hijos.
Poco más puedo añadir.
La tercera foto es la del pastelito de tartar: cuando ya lo hemos visto y comido todo, aún es posible otra forma de emplatado. Si eres un vicioso, no te acerques a este bocado: engancha. Mejor juega a las tragaperras.
La cuarta imagen corresponde al sashimi de pa amb tomàquet, que he rebautizado como panko amb tomàquet. Representa a la generación de Esteve Roca, sushiman a la catalana, y también a la de todos aquellos que han adoptado lo japonés con espíritu de seda, de forma suave.
Panko, tomate, atún. Panko amb tomàquet.
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