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Hecho en casa (¡EL LIBRO, EL LIBRO!)

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Si la distribuidora cumple y las librerías tienen a bien colocarlo en un sitio majo, estará disponible a partir del miércoles 4 de diciembre.

¿Y qué es?

Un proyecto familiar, lo que comemos en casa, lo que cocino para mis hijos, fotografiado un minuto antes de nos lo zampemos.

100 recetas propias o apropiadas divididas en cuatro partes: qué (ingredientes), cómo (preparación), por qué (la anécdota del platillo, origen o cachondeo) y los hashtag que sirven como índice. Para reír y compartir. Más fáciles de preparar que envolver un paquete de regalo.

¡Volvamos a okupar las cocinas! ¿Es posible una nueva #kocinakasera?





El restaurante de la semana: Bonanova

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Bonanova
Sant Gervasi de Cassoles, 103. Barcelona.
T: 93.434.06.22.
Precio medio (sin vino): 40 €.




César y la cocina lenta



Cocinar caracoles requiere, necesariamente, de lentitud. La condición del arrastrado lo exige, es su modo de estar en el mundo. Purgar, saltear y guisar para que la carne engorde con la salsa roja.

César Pastor sigue, sin prisa, esos tres pasos. El resultado es para caracolear: animalillos en su punto, fondo denso con sofrito, pimentón de La Vera y derivados del cerdo en pequeñas porciones. “La mitad de la receta es de Montse de Ca L’Isidre y la otra mitad, de mi madre”. Algo menos, un tercio para cada una. El otro, para el propio chef.

Adolfo Herrero los compra a Petràs, en la Boqueria, y son gasterópodos con la cáscara dura. Mojar el pan en una salsa con trocitos de valva rota es más desagradable que masticar cristales. Recuerdo salsas solo aptas para faquires.

La alianza entre César y Adolfo, dueño del histórico Bonanova con sus hermanos Carlos y Cristina, es provechosa. Han cumplido un año juntos --después de que el chef cerrara la hermosa sala de la calle de Casanova, heredera a su vez de aquel Colibrí del Raval— y en la relación hay amistad y aires de familia.

César es un hombre de clan y en este destino lo acompaña su hermano Juan Antonio, que hornea el pan, prepara un tartar exitoso y los postres: doy fe de la liviandad de la mousse de yogur.

Los comedores de Bonanova, los azulejos de 1919, los dibujos enmarcados de Opisso, la memoria de aquellos billares de los años 20 determinan la cocina. Es uno de los restaurantes más bonitos de la ciudad, desalojado de la memoria de los gurmets y que merece ser restaurado en sus cabezas.


La atmósfera manda y César ha comprendido la necesidad de Adolfo: “Mejorar lo que ya hacíamos”. En un espacio a conservar, una cocina conservacionista pensada por un cocinero entrenado en la modernidad.

¿Dónde chuperretear caracoles en Barcelona? Repaso una lista con 200 establecimientos y la recolección es escasa, no pasa de media docena. En esa brocanteria se sienten cómodos, lo popular de fiesta, locución que escribí en el 2008 para contar los platazos de César. Alta cocina popular, también.


Me disparan tres rebozados y me da en el corazón el de morcilla con capa exterior de arroz (¡el embutido al revés!). La ensaladilla con ventresca casera (buena-buena) sale fría, lo que perjudica la degustación.

El pesto se enrolla con los tomatitos de Santa Susanna, anchoa Perelló y orejones, así como la vinagreta con queso realza los ous de reig.

Nos ponemos serios con las kokotxas, en su punto, que sugieren una pregunta: ¿el pilpil es un allioli cocinado? Corro con los caracoles y me enlentezco con el fricandó con moixernons, de nuevo la cocina lenta, llata de ternera en la que César ha trabajado horas, sabiendo que mañana, con más tiempo aún, reposados, serán mejores.

Me he bautizado con dos vinos, Artadi 2011 y la garnacha Initio 2007, mmm, que sirve Lluís Córdoba, 30 años en la casa, como el cocinero Toni Aisa. El tiempo, aquí, es importante.  

La familia. El tiempo. La historia. Barcelona necesita de anclas que la unan al pasado: Casa Calvet, Cafè 1907, Velòdrom, Fonda España. Y Bonanova en Sant Gervasi de Cassoles. Con buenas cazuelas.






PICA-PICA
Atención: a la terraza y a la decoración modernista de los dos comedores.
Recomendable para: los que quieran viajar al pasado con molduras del presente.
Que huyan: los que no creen en la rehabilitación del fricandó.



Más restaurantes en:



            http://rdp.elperiodico.com/












Los súper productos (1)

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10 chefs eligen 100 ingredientes con
los que cocinan el presente y el futuro


Queda escrito que la cocina no existe sin producto, pero que sin la concurrencia de un cocinero no es cocina.
La relación del cocinero con el ingrediente debería ser amorosa e íntima, lo que obliga al ménage à trois porque en el toma-y-daca hay, al menos, un tercer componente; el proveedor. Y se complica en orgía cuando en el revoltillo participan, directamente, pescadores, agricultores y ganaderos.

El chef ha dejado de ser un mero receptor para pasar a ser actor e implicarse en el cultivo o en la extracción del género, que luego pelará, desescamará o desplumará. Un paso más allá se sitúa el chef recolector, del que se supone que, al trote, va recogiendo hierbas por el campo cual Caperucita barbuda y con una brizna en la boca.

¿Cuáles son los productos con futuro, sumando a la lista artículos del presente que merezcan un mayor desarrollo?

Preguntados 10 de los más concienzudos artistas de la cocina, han metido en la despensa casi 100 (algunos, se repiten). Sobresalen piezas tan poco comestibles como el territorio o la educación. Cierto que son productos con porvenir: la honestidad también podría haber estado en la lista de la compra.

Lo contemporáneo es la mezcolanza, la pluralidad. Se combina lo ultralocal con los ultramarinos. El exotismo está en el kimchi, pero también en una berza recuperada en Galicia.

Los que obtienen más de un voto son las algas, el cerdo ibérico, el chocolate, el aceite de oliva virgen extra, la stevia rebaudiana, los cítricos, las hierbas, el arroz.

Y los insectos. Ninguno de ellos los trabaja, pero adivinan que tejerán la alimentación que viene.




1. Joan Roca. El Celler de Can Roca (Girona)

Lo próximo será: pasear la ópera gastro El somni por el mundo, expandir las heladerías Rocambolesc y decidir cómo popularizar la alta cocina roquiana.

Figa de moro (opuntia máxima). “Fruto de una planta invasora, delicioso, conviene consumirla para erradicarla del paisaje mediterráneo y preservar las variedades endémicas”.

Kimchi. “Verduras fermentadas. Incrementa la complejidad gustativa de los vegetales. Amplían los márgenes del mundo verde”.
Verdolaga. “Ejemplo de las hierbas que nacen en los prados, márgenes y cualquier trozo de campo, que los abuelos recogían en tiempo de penurias. El conocimiento de los recursos de la naturaleza ayudará a minimizar el hambre”.
Aceite de oliva virgen extra. “Grasa imprescindible para cocina y aliñar, saludable y vertebradora de una cocina milenaria que seduce al mundo”.
Vino. “Símbolo de una filosofía de vida lenta ante el imperialismo de las bebidas carbonatadas, edulcoradas y coloreadas”.
Chocolate. “Tributo y fuerte conexión con América. El símbolo más grande y mejor entendido del mestizaje gastronómico. Antioxidante, excitante. Crea un sentido de ánimo positivo y refuerza el humor”.
Algas. “Hay que mirar el mar con la misma atención con la que se mira la tierra. Complejidad nutritiva beneficiosa para la salud. Son representativas de una despensa que acabamos de comenzar a explorar”.
Huevo. “La mejor salsa del mundo, versátil en la cocina, con proteínas de gran valor nutricional. Base de la alimentación pasada y también de la futura”.
‘Packaging’ comestible. “Sería fantástico comer el envase del alimento que consumimos y generar menos residuos. David Edwards, de Harvard, trabaja en eso”.
Semillas no transgénicas. “Mejoradas con conocimiento y con sentido ético y responsable”.



2. Andoni Luis Aduriz. Mugaritz (Errenteria, Euskadi)

Lo próximo será: diseñar un "restaurante desenfadado", idea que flota en su entorno desde hace tiempo y en el que se meterá "a fondo en enero". Acaba de publicar Las recetas de mi casa.

Productos en aerosol. “Cómodos, seguros, divertidos y con una variedad posible infinita. De momento: tortitas, churros y crema pastelera”.
Teff. “Semilla resistente a los rigores climatológicos y con comprobados beneficios.Atención a las semillas potentes, chía, kañawa, quinoa, fuente de salud y con grandes posibilidades culinarias”.
Local. “Se trabaja sobre unas nuevas vías de comercialización de los productos locales. Se promueve la venta directa desde los caseríos. Cultivos ecológicos, biodinámicos. Se intentan transmitir valores éticos o de compromiso desde el propio producto”.
Acuaponia. “Proyecto innovador que se desarrolla en el País Vasco con equipos de otros países como Finlandia. A través de un circuito cerrado y de reaprovechamiento de agua se cultivan verduras, frutas, hierbas, combinadas con la acuicultura”.
Caviar Per Sé. “Piscifactoría que está en Yesa, que utiliza agua de los Pirineos y que está sirviendo el único caviar con sello ecológico del mundo”.
Hierbas halófilas. “Organismos que viven en medios con presencia de gran cantidad de sales. Este tipo de hierbas, de origen litoral, están siendo introducidas en el mercado gourmet a través de Porto-Muiños. Verdolaga, chalotiña, hinojo, junquillo en su versión de costa. Más sabrosas que sus versiones continentales”.
Escala nano. “Cerca de la ciencia-ficción, se encuentran los ingredientes de escala nano. En su día estuvimos utilizando Aerosil, nanopartículas cargadas con silicio que, por su escala nanométrica, hacía que se comportaran de forma desconocida, tanto en la disolución como en su posterior transformación”.
Almidones. “En su forma nativa y en su forma modificada, los almidones seguirán siendo objeto de estudio e investigación para poder alcanzar todas aquellas texturas deseadas tanto en diferentes concentraciones como temperaturas”.
Stevia rebaudiana. “No diremos nada nuevo si sugerimos los derivados de la stevia. Parece que este producto con todos los atributos para poder sustituir al azúcar (origen vegetal, uso en cantidades menores y con bastantes menos riesgos que los que comporta el azúcar blanco) ha conseguido finalmente ser aceptado por la restauración y, principalmente, por la industria”.
Educación. “Será uno de los ingredientes principales del futuro. En un momento en el que la autenticidad y la trazabilidad de todo lo que consumimos se premia más que nunca, quizá debamos establecer desde el inicio un punto de partida ético y respetuoso”.


3. David Muñoz. Diverxo (Madrid)

Lo próximo será: abrir un StreetXO, la barra canalla y callejera, en Londres, "en marzo o en abril". Y expandir ese concepro por Singapur (2015) y Nueva York (2016). ¿Y 2017?


Insectos.“A pesar del choque cultural brutal que esto supondrá, por sostenibilidad y novedad, van a marcar época”.
Aceite de oliva virgen extra. “Falta por expandirse en Asia y por el sudeste asiático, así como afianzarse en Estados Unidos. Es cuestión de tiempo”.
Cerdo ibérico. “Versátil y afín en muchas culturas. Fácil cría”.
Medusas. “Brutal producto con infinidad de posibilidades, aún en desuso”.
Tonburi. “Caviar vegetal de origen japonés. En realidad, es la semilla del ciprés negro. Sabor intenso a musgo”.
Ajíes. “Un mundo inmenso por descubrir. No solo de Perú, sino de la mayoría de regiones de Sudamérica. Apenas se tiene conocimiento de sus infinitas variedades y de sus usos, desde potenciador de los sabores hasta condimento personalísimo y versátil como ninguno”.
Cítricos. “Una vez más, un producto apenas conocido. Un mundo fascinante de sabores, olores, colores y texturas. Como sazonador y potenciador del sabor no tiene igual. Bergamota, cidra, calamondín, manos de Buda o finger lime”.
Arroz. “Y todos sus derivados. De una paella, a la masa hecha con arroz glutinoso de un dumpling, pasando por el archiaclamado sushi”.
Sardina. “La reina de los pescados azules. Súper sabor, abundante y único”.
Coco. “La base de infinidad de recetas. Presente en China, sudeste asiático y Suramérica. Cada vez más introducido en Europa y Estados Unidos como otro ingrediente. Cremosidad, aroma y versatilidad culinaria”.



[Segundo capítulo: Carme Ruscalleda, Quique Dacosta, Diego Guerrero y Nacho Manzano]




Los súper productos (2)

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10 chefs eligen 100 ingredientes con
los que cocinan el presente y el futuro




4. Carme Ruscalleda. Sant Pau (Sant Pol de Mar, Barcelona).

Lo próximo será: "Estamos en plena producción de un libro sobre el arroz. Y un proyecto sobre la naturaleza en la mesa".

[Información calentita: acaba de recuperar la segunda ** en Tokio. Son ya 7. La samurái]

Calamar de ‘potera’ de octubre. “Un milagro de otoño”.

Gamba. “La que se pesca en la falla mediterránea del Maresme-La Selva-Empordà. Por la grandeza y excepcionalidad del producto”.
‘Fesols’ (judía): Muchas variedades, menuts, sastre, genoll de Cristo, ganxet. Sabor y salud. Existe una generación huérfana de legumbres”.
Aceite de oliva virgen extra. “El de la cooperativa de Cambrils por su calidad a buen precio”.
Pollo Penedès. “La carne de un animalito que ha vivido 100 días para llegar a la calidad”.
Higos ‘coll de dama’. “Los que compro en la cooperativa Umac. Otro milagro de otoño”.
Cerdo ibérico. “Pero un cerdo bien criado. Con todos sus productos, los curados y también la carne fresca”.
Un plato que merezca un viaje. “El arroz de conejo y caracoles de Paco Gandía y Fina Navarro, en Pinoso, Alicante”.
La técnica de la brasa. “Y el talento de Bittor Arginzoniz, del asador Etxebarri, cerca de Bilbao”.
Guisantes y alcachofas. “Las de Josep Martorell y Noële Prat”.
“Quiero que hagamos lo posible para mejorar el mar, las huertas, las montañas. Tenemos las riendas en la mano, protejamos lo que aún tenemos en el aparador: los calamares, las doradas, los higos, los fesolets, la mantequilla Cadí, el aceite de primera prensada. Cada temporada hay una pequeña maravilla. Defiendo el producto de entorno, productos con poca producción, especiales y únicos, que nos permitan la fantasía culinaria sin estropearlos”.



5. Quique Dacosta. Quique Dacosta (Dènia, Alicante)

Lo próximo será:disparar la temporada 2014 del restaurante, "que se prevé de lo más excitante". Hinca los dientes en los lomos de varios libros: "Estoy incubándolos". Y, con sus socios, tiene las gafas puestas en un local de Madrid.

Arroz. “Muy importante, y lo seguirá siendo por cuestiones culturales y de evolución”.

Cítricos. “No solo por sus propiedades nutricionales, sino también por las múltiples aplicaciones en cocinas saladas y dulces, así como la riqueza que aporta”.
Quinoa. “Y sus múltiples variedades. El cereal inca tiene mucho mensaje y un largo recorrido”.
Productos de montañas próximas. “Ya sean vegetales o animales. De cultivo, silvestre o salvaje. Considero que los recursos de montaña de proximidad nos dimensionan y nos adentran en un mensaje puro y local. Además, todo eso nos hace exóticos: presentamos a otras personas productos autóctonos que no conocen y de los que, seguramente, no han oído hablar”.
Algas. “Vegetales marinos. Como los cítricos, cualidades saludables, texturas insólitas, sabores únicos, aromas elegantes…”.
Aloe vera. “De ser la reina de las plantas a convertirse en una aplicación culinaria, cuando hace tan solo 10 años nunca se había comido. Larga vida al aloe vera”.
Stevia rebaudiana. “Edulcorante, llamado a revolucionar el mundo dulce, natural e industrial”.
Encurtidos. “De ser y nacer para conservar, hasta llegar a convertirse en un bocado exquisito y delicado. Tienen un potencial gastronómico maravilloso”.
Insectos. “A mí no me gustan, me enfrento a ellos con una gran aversión y con choque cultural. Pero reconozco la fuerza que pueden tener en el futuro, nutricional e incluso gastronómicamente hablando”.
Lino. “Por sus propiedades nutricionales y su singularidad”.


6. Diego Guerrero

Lo próximo será: reinventarse después de 12 años en Club Allard (Madrid), donde se coronó con dos estrellas y del que se desvinculó en octubre. "Sin prisa" busca un espacio propio para 2014. "Algo diferente, personal".

Tendones de ternera. "Una textura y una potencia de sabor alucinantes. Un poco arriesgado porque el público occidental no está muy acostumbrado".

Salmón. “Morrillo de salmón gigante de Alaska. Bruuuutal”.
Payusnaya. “Pasta de caviar auténtico que permite crear unas hojas de caviar muy buenas”.
Bibim. Spicy chili sauce de la casa coreana Sempio. Salsa picante con muchos matices”.
Obulato. “Láminas de fécula de patata. Si se sabe utilizar, da mucho juego”
Queso. “Elaboré un queso con la granja Cantagrullas”.
Ajo negro. “Raya con ajo negro, avellana y espina frita”.
Manitol. “Sobre todo, en pastelería. Derivado de la sacarosa por hidrogenación. Es menos dulce y mucho mas refrescante”.
Hierbas. “Pulpo de tierra, berza gallega recuperada por La Finca de Los Cuervos. Y morada, híbrido de berza y lombarda. Sabores potentes pero elegantes”.
Sal de Añana. “De un acuífero con más de 2.000 años. El proceso de elaboración, secado y recogida es totalmente artesanal”.



7. Nacho Manzano. Casa Marcial (Arriondas, Asturias)

Lo próximo será: impulsar el Palacio de La Riega (Gijón) y consolidar los tres restaurantes Ibérica (Londres).

Becada.
Grouse (perdiz de Escocia).
Liebre.
Jabalí.
Pato azulón.
Cerceta.
Territorio.
Erizos de mar.
Bonito del norte.
Hierbas silvestres de los pedreros 
(de la empresa Porto-Muiños).
“La caza nos da la posibilidad de hacer platos de muchísimo carácter con una personalidad muy particular e introducir al comensal en la atmósfera de Casa Marcial y su entorno. En definitiva, comerte el territorio. Su alimentación y sus hábitats dotan a estas carnes de sabores únicos y existe libertad a la hora de escoger acompañamientos, aderezos, guarniciones, no tan comunes, más insólitas. Permiten construir sabores a priori un tanto transgresores llenos de compromiso culinario. Otro atractivo es a la hora de acompañar con vinos, donde la posibilidad de sorprender se dispara, con lo que se consigue una experiencia gastronómica total”.




[En el tercer y último capítulo, Ángel León, Josean Alija y Albert Adrià]

Los súper productos (y 3)

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10 chefs eligen 100 ingredientes con

los que cocinan el presente y el futuro



8. Ángel León. Aponiente (El Puerto de Santa María, Cádiz)

Lo próximo será: en 2015 trasladará el restaurante, demasiado chiquito, a un molino de mareas. Pasará a llamarse el Molino de Poniente.

Plancton. “Salud para el hombre, el capricho de los cocineros, la mar en su despensa”.
Pan. “Volveremos a la panadería de verdad. Panes con harinas con cabeza”
Legumbres. “Serán caras debido a su demanda”.
Congelados. “Pero de cocina caliente, de cuchara. El mercado solo admitirá congelados de guisos”.
Olla exprés. “Será un arma de vanguardia. Ya verán”.
Carnes. “Serán de otros animales que a día de hoy no consumimos. No tendremos reparos en comer especies raras”.
Verduras. “Tendremos huertos en la comunidad de vecinos. Haremos trueques. Las verduras ecológicas solo estarán al alcance de los ricos. Los que no tengan dinero, cultivarán”.
Vino. “Será mucho más importante en la dieta. Por el cambio climático, vinos con otra clase de uvas”. 
Aceite de oliva virgen extra. “Será un producto gourmet. A otros productos, les resultará difícil estar a su altura”.
Algas. “Formarán parte de la dieta diaria, estarán al servicio de la sociedad. Las comeremos en legumbres, ensaladas, bebidas...”.



9. Josean Alija. Nerua (Bilbao)

Lo próximo será: una colaboración "sobre el bacalao" con el Museo Marítimo de Bilbao y Azti-Tecnalia. Acaba un documental sobre "producto local".

Germen de arroz. “Aromas frescos y a frutos secos. Un sabor muy fino. Presenta muchas posibilidades en crudo y también cocinado”.
Algas. “El mar, el yodo. Aportan el característico sabor umami”.
Café verde. “El grano antes de ser tostado. Por sus innumerables aromas resulta un aliado perfecto”.
Cerdo ibérico. “Se utilizan todas sus partes”.
Fresa blanca. “O fresa pineapple. Es una de las primeras variedades de fresa que existe. Es una fresa que sabe a piña”.
Riñones de pato. “Increíble melosidad”.
Huevas de merluza. “Textura, textura, textura”.
Maíz dulce. “Por su tamaño pueden resultar interesantes sus hojas, el tuétano…”.
Tomate blanco. “Un descubrimiento. Es un tomate que aún no ha madurado del todo. Por su sabor recuerda a la uva”.
Rábano cola de rata. “Un rábano parecido a una vaina con un sabor más delicado”.
“Los vegetales conforman esa parte austera y esencial de la cocina en la que un bocado destapa un amplio abanico de sensaciones. Una explosión de contrastes. La del mundo vegetal es una apuesta decidida y consciente. El esfuerzo es mucho, pero la recompensa es mayor. Para poder trabajar con ellos hay que implicarse en todo el proceso creativo, desde el cultivo del producto que quieres trabajar hasta la monitorización de la reacción por su consumo. El éxito radica en la diferenciación y el efecto sorpresa, un factor que determina la acción. Que alguien sea capaz de emocionarse con un simple tomate indica que el valor de la sorpresa es irrenunciable en un discurso de exaltación vegetal”.



10. Albert Adrià. Tickets / Pakta / Bodega 1900 (Barcelona)

Lo próximo será: abrir el famoso restaurante mexicano "en febrero" y el nuevo 41º después del verano. Publica Tapas, la cocina del Tickets.

Cítricos: “Fuente de salud en todos los sentidos, también en el económico. El país debería oler a cítrico, naranjas, mandarinas, limones y pomelos, además de los nuevos que llegarán y que en algunas poblaciones ya se están plantando, como la mano de buda, el yuzu, el sudachi o la variedad de limas”.
Aceitunas. “Puede que surjan nuevas aceitunas con menos sal igual de buenas. Y variedad de nuevos adobos”.
Tomate. “Su interés se demuestra por la cantidad de variedades que se ponen de moda, y que caen luego en la mediocridad. Raf, kumato, feo de Tudela, cherrys varios. Surgirán más”.
Caballa. “Un pescado que, bien trabajado, está a la altura del mejor”.
Pescados de otros mares. “Como el dorado o el hamachi. Por desgracia, nos quedaremos sin pescado en el Mediterráneo y tendremos que abastecernos de granjas”.
Lima. “Indispensable para piscos, mojitos y caipirinhas. Han venido para quedarse”.
Chocolate. “Algo tan bueno solo puede ser saludable. Aún consumimos cantidades muy pequeñas en España”.
Sopas instantáneas. “En España casi no hemos salido de la de pollo y de la crema de champiñones. Medio mundo se alimenta con ellas. Rápidas, baratas y, algunas, hasta buenas”.
Insectos. “Algunos acabarán calando en el consumo y propiciarán que se extienda la insectomanía”.
Bebidas antioxidantes. “Bebidas saludables: zumos de granada, tamarindo, manzana con acedera o hibiscus”.




El restaurante de la semana: Cata 1.81

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Cata 1.81
València, 181. Barcelona.
T: 93.323.68.18.
Precio medio (sin vino): 25-30 €.






#Kocinaurbana




Hay cocineros que aman la gastronomía y otros que fingen la estima. Además de chef batallador, Santi Rebés es un lover de primera, informado de lo que se cuece en la ciudad y degustador de novedades: “Cada vez hay más competencia, y la verdad es que hay muchos que lo hacen bien”.
Este pone oreja y oído, otros solo morro. Aunque al lector le parezca increíble, multitud de cocineros tienen el mismo interés por su oficio que el que Boris Yeltsin mostró por la cerveza sin alcohol.


Desde el 2007, Santi está asociado con Fidel Puig y Cristina Torras en el Embat, ejemplo de bistronómic barcelonés, especie endémica del Eixample que anida en espacios largos y estrechos. 

Acostumbrado a ese ecosistema, Santi R ha remontado el Eixample como un salmón hasta Cata 1.81, en el número 181 de la calle València.
El Cata es un local veterano, del 2001, cuando Barcelona se creía Chicago, y tuvo como cocinera a Teresa Olivella.

De aquel tiempo resisten los macarrones con sobrasada y chocolate blanco, que probé entonces y del que guardo recuerdo por su atrevimiento. Ayer como hoy, el dueño es Santi Olivella, a partir de ahora Santi O para diferenciarlo de Santi R.

Los Santis estudiaron juntos, trabajaron al alimón al comienzo de Cata y colaboran en el reestreno. Hace un año, Santi O remodeló el local, sumando un piso, y ha contratado a Santi R para que rehabilite la carta. Reformas Santi’s.

Lo del comedor de la parte superior tiene miga: fue la vivienda de ¡tres personas!, estrechadas como ratones de laboratorio entre tabiques. Despejado el espacio, permite la discreción por una escalera que da a la calle

Santi O recuerda que es un “restaurante de vinos” y que el apartado bebible “se mueve”, con 25 vinos a copas. ¡Sensacional! Por supuesto, se lía a abrir botellas, garnachas frescas como La Bruja Avería y Volandera. El postre es vinícola, para conjugar con el espíritu de la casa, buenísimo, pa de pessic hecho con tinto Borsao.

Santi R es un gran postrero –aunque en Embat firma con Fidel Puig todos los platos-- y aceptó la asesoría, y su presencia los lunes y la tarde del martes, en busca de refresco: “Hacer cosas distintas a las que hago allí”. Algo más de canalleo que en Embat, prudente, sí porque Santi, además de discreto, quiere ser prudente, aunque se suelta con ramalazos intrépidos. Un despliegue de #kocinaurbana, de Catalunya a Tokio, pasando por Cádiz y Bangkok.

Perfecto el punto de las alitas, y poco thai la ensalada tailandesa.
La Inevitable Croqueta es buena, como los nuguets de cazón con mojo de cilantro.
Se ponen serio, o cachondo, con la escudella con una gyoza rellena de oreja, butifarra negra y de perol, representativa de la tendencia #kocinaurbana.
Otro platillo con nota es el huevo a baja temperatura, espuma con sidra y parmesano y chistorra (la campana que lo cubre reblandece el pan tostado).
El canelón de galta de vedellacon trufa se pasa de dulzón.
El fuagrás con judías y morro de ternera es match point. Y borda el cuello de cordero.

La #kocinaurbana, y se demuestra con la tercera estrella al madrileño Diverxo, tiene futuro: fresco, picante, ácido.






PICA-PICA
Atención: a la alegorías vinícolas de la decoración.
Recomendable para: los que se chiflan por una buena oferta de vinos.
Que huyan: los que están mosqueados con el tapeo o la media ración.





 Más restaurantes en:



            http://rdp.elperiodico.com/






#KocinaKasera

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Seis recetas del libro Hecho en casa (Ediciones B)






Sis receptes del llibre Hecho en casa (Ediciones B) 





+ Un teletipo de la agencia EFE escrito por Pilar Salas.


Madrid, 5 dic (EFE).- Cuando un periodista gastronómico de la premiada trayectoria de Pau Arenós expresa en cien recetas sus conocimientos culinarios, el resultado son "platos tan sencillos como espectaculares", en palabras del maestro Joan Roca, y una llamada a "reconquistar las cocinas", según el autor.
Arenós (Vila-real, Castelló, 1966), coordinador de la revista Dominical de El Periódico de Catalunya, Premio Nacional de Gastronomía en 2005 y Juan Mari Arzak en 2007, reconoce a Efe que le "aburre" la cocina "corriente de las casas", por lo que propone en "Hecho en casa" (Ediciones B) propuestas "rupturistas sin ser de vanguardia, con un punto gamberro".
Huyendo de lo que ya existe y echando mano de su memoria gustativa, Arenós, quien hace en restaurantes el 50 % de sus comidas, nunca pide una receta, ha recopilado durante un año los platos que elabora para su familia, un "público duro, con los paladares muy bien entrenados".
"Es cocina doméstica, no profesional", en la que no intervienen herramientas sofisticadas -"temo que la Thermomix sea un cacharro de procedencia extraterrestre para facilitar la invasión", bromea-, que recorre el mundo apropiándose de lo que le más le gusta para darle su sello personal, algo que espera que también hagan los lectores de "Hecho en casa".
"Mi versión del pato Pekín se parece tanto al original como un dragón chino a una lagartija -ejemplifica-. Me siento muy libre para hacer mis recetas o de las que me apropio, llevándolas a mi terreno. Soy un traidor absoluto y espero que la gente también lo haga, que altere mis recetas como le dé la gana".
Este cronista gastronómico fue un niño tragaldabas, pero no se asomó a los fogones hasta que dejó el hogar familiar en 1985 para estudiar Periodismo en Barcelona. Fue entonces cuando empezó a cocinar, anotando sus logros y sus fallos, y aún hoy siempre lleva los bolsillos "llenos de papelitos" con anotaciones de lo que serán sus futuras creaciones.
Platos que se rigen por la norma de ser "sencillos y resultones, que tienen 'algo'", como ha dicho de ellos la cocinera española con más estrellas Michelin, Carme Ruscalleda, ese "niac" del que hablaba Michel Bras.
Como el "dashi" de gambas reinterpretado de Nandu Jubany (Can Jubany), la versión de la sopa de ajos con almejas de Karlos Arguiñano y de la berenjena lacada con miso de Pascal Barbot en L'Astrance. Y propios como las lentejas verdes, los boquerones patateros, los "nigiris", la "wontonfarra" y las "kroketas".
"'Kroketas' porque es #kocinakasera fresca, desinhibida, juguetona, gamberra, convincente, eficaz, real, viajera, urbana, con k. Las técnicas e ingredientes están precedidas por la almohadilla de los 'hastag'", explica. Y sin trampa ni cartón: todas las fotografías de los platos las ha hecho él mismo "sin más maquillaje que el filtro de Instagram".
Arenós, que ha publicado ocho libros - los premiados "Los genios del fuego" y "La cocina de los valientes", entre ellos-, encuentra que ésta es su obra "más divertida", ya que no sólo explica recetas, sin pesos ni medidas de ingredientes porque confía más en el ojo y el paladar, sino también su historia y la de sus componentes, "explicaciones para reír un rato" por su tono desenfadado.
Aunque disfruta "mucho" cocinando, no pretende que nadie se pase el día en la cocina. Sus platos tardan en prepararse unos treinta minutos y como máximo hora y media, "pero éstas son las menos", aclara.
Sí anima a asumir el reto de "volver a ocupar las cocinas, de convertir el acto gastronómico en casa en una reconquista de las cocinas", porque, además de "cocinar para ahorrar", su "bricocina" garantiza la diversión. "Cocina prozak, cocina antidepresiva", recomendable para sobreponerse a la actualidad.




Adictos a 'vapear'

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CHAPAPOTE. La sentencia sobre el Prestige rezuma chapapote. Desprestige para la justicia.


VAPEAR. Palabras para el diccionario del horror: vapear, vapeador. Esos neologismos tóxicos se refieren a los consumidores de e-cigarrillos y a la acción que realizan al expeler. Sería ingenuo pensar que los palabros atenúan la perniciosidad del acto. ¿Por qué no lo llaman fumar? ¿Acaso vapear es saludable? El autoengaño es un poderoso ingrediente de la adicción.


PORTAVOZ. Leo una entrevista al portavoz de los vapeadores. Soy amigo de expulsadores de vapor sustancioso y ese hombre no los representa. El antetítulo es erróneo: propietario de uno de esos estancos, es portavoz de los ¡vendedores! ¿Por qué la contraportada de un gran diario ventea ese negocio con glicerol? El periodismo vapea, el periodismo boquea.


PEPINILLO. Fuimos adolescentes tontorrones. En el instituto, el profesor de Filosofía intentaba meter algunas ideas en nuestro tarro cerebral, promesa de encurtido. Nos hablaba del profesor José Luis Pinillos, que ha muerto a los 94 años, y La mente humana, obra maestra de la psicología. Al referirnos a la eminencia, el chiste era tonto, un ligero vinagre: P. Pinillos.


TOSTADA. Los defensores del chavismo, esos intelectuales de melena Pantene, chaqueta negra y camisa blanca desabrochada, callan ante la inmadurez de Maduro. Si alguna vez consagran la Verdadera Iglesia Bolivariana, este creyente con bigote de galán será el primer Papa. Chávez se le ha aparecido como pajarito, montaña y mancha en la pared de un túnel en obras. Lo siguiente será manifestarse como efigie requemada en la tostada del desayuno. Hay precedentes.


VICEMINISTERIO. Conozco venezolanos camino del exilio. Están hartos de ese Estado devorador que nacionaliza la propiedad de pequeños empresarios y después es incapaz de hacer funcionar las confiscaciones. Desabastecidos, el papel de váter es un bien escaso. Los huevos frescos, un recuerdo de tiempos ponedores. La harina de maíz precocida, movedizo pilar de subsistencia, vuela con un soplo. Incapaces en lo terrenal, se han mostrado resolutivos con lo espiritual al crear el Viceministerio de la Suprema Felicidad Social. Es nombre de restaurante chino. Los venezolanos serán felices por decreto o juzgados como traidores.


ESCAPULARIO. En un semáforo, dos jovencitas con uniforme de escuela femenina. Tendrán 14 años. Una de ellas luce a modo de escapulario un cigarrillo electrónico. Lo saca y se lo pasan como un porro con batería. Se han enganchado al nuevo producto. Trabajan una adicción de primera mano. El e-cigarrillo no las ha librado de la nicotina, sino que las ha guiado hacia esa negrura. Felicidades, portavoz.


DRAGÓN. Los vapeadores hacen el dragón en lugares donde el pitillo convencional está prohibido. Sin recato, con descaro, mandan señales, comunicándose, comunicando. El mensaje es: “Esto no es fumar, así que puedo hacerlo”. Pero sí que fuman. Restaurantes, aeropuertos, hospitales. De nuevo, cuando el horizonte estaba limpio, volvemos a encontrarnos envueltos en humo. Perdón, en vapor. Y es ya una sauna.






El típico restaurante francés...

El Nobel de Química que fue pinche de Arzak

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[Reportaje publicado en la revista Dominical el domingo 8 de diciembre de 2013]



La misma mañana que se hace público que Martin Karplus (Viena, 1930) ha sido honrado con el Nobel de Química junto con el británico Michael Levitt y el israelí Arieh Warshel, el doctor Jesús Ugalde telefonea a Juan Mari Arzak para darle esa noticia proteínica.


¿Por qué al cocinero puede interesarle quién será el propietario de una medalla de oro con el perfil de Alfred Nobel?


Esa tarde del 9 de octubre, Juan Mari, sentado en el auditorio del Kursaal y atendiendo, más bien poco, una ponencia del congreso San Sebastián Gastronomika, se dirige al colega de asiento y le suelta con el desparpajo habitual y las gafas tambaleantes:


“Oye, ¿sabes que el último premio Nobel de Química estuvo haciendo prácticas en mi casa?”. La noticia parece inverosímil: ¿una eminencia científica a las órdenes del patriarca de la cocina tecnoemocional ¿Cuándo? ¿Por qué?


El interlocutor sospecha que a Juan Mari se le han cortocircuitado los cables por abuso de carne roja: algunos testigos lo han visto merendar una chuleta del asador Illarra. Pero es rigurosamente cierto. Martin Karplus se enroló las mañanas de una semana de diciembre del año 2000 como pinche. Un poco mayor –entonces con 70 años– para colar como becario.


El bumerán de esta narración retorna a Ugalde, catedrático de química y física de la Facultad de Química UPV / EHU, que presenta al cuarto participante: Xabier Lopez, profesor en el mismo centro.


En 1997, Ugalde, que dirigió la tesis de Lopez, lo puso en contacto con Karplus, que impulsaba un grupo de investigación en Estrasburgo, ese norte que hiela las uvas y se insinúa a Alemania: “Para ver si era brillante le pidió que diera una conferencia y se quedó, contratado cuatro años como postdoc”.


A finales de 2000, Ugalde hizo a Lopez un encargo con lacre académico: “Invitar a Karplus a San Sebastián para celebrar el 25º aniversario de la Facultad de Químicas”. El sabio vienés puso como condición que le facilitaran una estancia en Arzak para desbravar el cuchillo, gestión que realizó Ugalde sin problemas.


Con pasaporte norteamericano y catedrático emérito de la Universidad de Harvard, el señor K era un aficionado a la cocina práctica, aun siendo un químico teórico, y recorría restaurantes en busca de fórmulas magistrales. Lopez conocía que en el afecto por San Sebastián pesaba la visión de su hijo Mischa: “En el verano de 1998 había estudiado castellano en Donosti”.


Fue tras aquel estío instructivo de Mischa cuando Karplus cenó en Arzak con Lopez y decidió que alguna vez cambiaría el asiento por una plaza en la encimera de acero. “Le encantó de verdad. No recuerdo qué comimos, pero a él le gustó mucho un plato de caza”. Pudiera ser una becada con camisa de puerro, aunque es ave de frío, a la que en Euskadi llaman sorda.


Dos años más tarde, un Karplus invernal con barba centroeuropea se presentaba en Arzak dispuesto a aprender. Stager matinal, maestro vespertino de científicos. Durante cinco días fue al Alto de Miracruz sin la compañía de Lopez, que lo veía por la tarde: “Entonces trabajábamos en los artículos. Su especialidad es la química computacional, la química teórica. Se simulan reacciones químicas en el ordenador. No hay probetas”. El chiste termina aquí: los que piensan que el químico estaba en sintonía con la vanguardia gastronómica por su apego a los polvitos yerran.


Karplus preguntaba sobre chipirones y cocochas y los vascos le facilitaban profundizar en ese apartado de la biología marina. De física, química, informática y matemáticas iba sobrado.


Sentado en la plaza mayor de San Sebastián, dando lametones a un helado azul muy químico, Arzak recuerda al aprendiz: “Tenemos grandes amigos científicos. Vienen muchos. Les gusta la cocina, pasan por aquí, miran, hacen fotos, toman apuntes. Karplus sabía de cocina, eso se notaba. Era un hombre informado. Le enseñamos las cuatro salsas vascas: la blanca, la roja, la negra y la verde. Hicimos cocochas al pilpil, bacalao a la vizcaína, chipirones en su tinta y merluza en salsa verde”.


Juan Mari supone que también lo instruyó en el púding de cabracho, receta archiconocida de 1971, en la que la blanca carne de un pescado se transforma en rosada. ¿Misterio quimicefa?


El viernes de la despedida, Donostia se celebró, de nuevo, en la mesa. El señor K y Jesús Ugalde cenaron donde le habían enseñado que el pilpil espesa por suave centrifugación. Y que las moléculas de la gelatina
bailan un agarrao con el aceite. Bueno, eso ya lo sabía. En el comedor, el famoso de la noche era Ronaldo, ex jugador del Barça, entonces en el Inter, que rehabilitaba el cisco de sus rodillas en el sur de Francia.


Ese día, el destino cruzó dos celebridades, una en alza, la otra a la baja. Ronaldo anuncia una web de póker y Karplus, cuya vida profesional es un repóquer, no confía en el azar sino en la precisión de los programas informáticos.


En los encuentros recientes con Karplus, Xabier Lopez ha sido beneficiario de las lecciones de gastronomía. Puede que el único laboratorio donde el químico experimenta sea la cocina de su casa de Estrasburgo. “En septiembre nos sirvió una ensalada con fuagrás y un cordero con especias”. ¡Muy francés!


¿Qué queda de San Sebastián? “Las cuatro salsas son los premios Nobel de la cocina vasca”, proclama Arzak. Pues ningún chef ha sido merecedor del Nobel, aunque algunos cocinen con dinamita.








El restaurante de la semana: Ceviche 103

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            Ceviche 103
Londres, 103. Barcelona.
T: 93.209.88.35.
Precio menú (mediodía): 14.90 €
Precio medio (sin vino): 30 €



Esto es dinamita



La bienvenida a Ceviche 103 es un pisco sour, que me dispara en segundos hasta el mar de Lima y sus olas de acero.

“Es una catedral”, define Álex Luna, encargado del restaurante. Se refiere al tamaño, casi doble, “uno y medio”. El pisco demanda prudencia: entra tan bien como tarda en salir.

Pregunta Álex si sé que es la cultura chicha y señala la decoración, los carteles lenguaraces: “Cultura neopop”.
No soy el primero pero sí el mejor. Tú con tantas curvas y yo sin freno. Ese descaro del barrio.

Supongo que lo chicha y los colores reventones y la chulería ha impregnado la cocina peruana mixta, mestiza, criolla, ajaponesada y achinada que viaja lejos del país con el éxito de lo que se entiende a la primera y que alegra y enciende las cartas mustias y luteranas de Europa.

Ceviche 103 es la reunión de varios amigos, un inversor --que prefiere el anonimato--,  Álex y el cocinero Roberto Sihuay, que ha dejado el restaurante familiar Tradición Moderna, aunque les echa una mano cuando puede, para impulsar este rincón festivo.
Roberto ha estudiado en Perú y ha trabajado en Barcelona, lo que le da una visión completa de la situación: “Un 60% de tradición y un 40% de nuevo, con técnicas modernas”.

Tras la barra de cebiches –se escribe con v o con b--, Juan Otivo, llegado del Astrid y Gastón de Madrid. Y a los cócteles, Daniel Polo, del Tanta. Esta pyme va captando personal de la multinacional de Gastón Acurio, la referencia universal de lo peruano.

Debuto a lo grande con el croquetón de pollo, comino y ají panca, aunque le falta consistencia. Mientras muerdo la sabrosura escucho a un cliente, que levita con la leche de tigre: “Esto es dinamita”.
Es un doctor célebre en la comunidad, zalamero y zumbón, que charla con unos y con otros y que antes de marcharse me coge del brazo para revelarme que estoy comiendo en el mejor peruano de la ciudad. ¡Si solo hace dos meses que han abierto!

Me tientan con el cebiche de corvina salvaje, bonito glaseado y esa leche de tigre (jugos) que ha levantado de la silla al médico. Sí, me gusta, doctor, y aún más la causa (patata) con langostinos, allioli de ají amarillo y olivada de aceituna botija, una manera chicha y descarada de trabajar el clásico. Me apartó de la tentación de otro pisco sour y me consuelo con una copa de tinto L’Inconscient para seguir consciente.

A la hora de las carnes, un anticucho alternativo: temerosos del rechazo a la víscera, sacrifican el corazón de res por el entrecot con salsa huancaína (aunque también ofrecerán el pálpito más adelante), que necesita grosor para que quede jugoso.

Intento sacar pecho nombrándoles el pato con arroz del restaurante limeño Fiesta y el muslo que me sirven (ablandado en el Roner y falto de un golpe de plancha) es bueno, pero aún más la gramínea con cilantro, de punto perfecto. Roberto se despide con el Suspiro Limeño, rebajados de azúcar y empalago y con la participación de la lúcuma (fruta).
  
Se sufre pero se aprende, se lee en un cartel chicha.
Prefiero esta variación sin espinas: Se disfruta y se aprende.







PICA-PICA
Atención: a la decoración chisposa y a los carteles aleccionadores.
Recomendable para: los que se quieran iniciarse en lo peruano.
Que huyan: los picajosos con las cocinas lejanas.




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Salmones a favor de la corriente

TecnoKasero

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Ningún gran cocinero sin un libro enorme: Eneko Atxa, el tecnokasero del restaurante Azurmendi (Bilbao) ya tiene el suyo, merecido, y en edición de Montagud, que suma a la escudería otro astro de esa galaxia donde se alinean cuerpos celestes en expansión, fricción y calentamiento como Ángel León, Josean Alija o David Muñoz.

A diferencia de los demás, con un velamen más modesto, Eneko y su familia han construido un gran cofre, ese Azurmendi en la colina que cumple todos los requerimientos ecológicos para una cocina triplemente verde.

Repasemos algunos platos del orfebre: el huevo trufado a la inversa, la huerta, los raviolis de rabo, las castañas al sarmiento, el musgo en la pared.

Compilación de saberes de los últimos años a la espera de las nuevas exploraciones del capitán Atxa.

¿Por qué tecnokasero?

Porque en Azurmendi está la refundación del caserío. Del kaserío.




En3ko Atxa Azurmendi, Montagud Editores.

La Moreneta al piano

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MORENETA. Tengo algunos caganers en mi biblioteca: obispo, Juan Carlos, Sofía, Felipe, Letizia, muñeco de Michelin. Reservaré un espacio para la Moreneta, la Verge de Montserrat, y la preciosa deposición de oro: es una de las novedades del pesebre de este año. Algunos prelados se han abierto las sotanas por esta supuesta blasfemia, horneada y pintada. La asociación católica e-Cristians ha decidido llevar la figura al juez, aunque lo adecuado sería elevar la querella al Juez Supremo.


COPYRIGHT. La gansada caganera no es materia de tribunales, que deben dirimir asuntos de verdadera importancia, sino que forma parte de la habitual mercantilización y el desmadre navideño. No existe rito sin su parte monetaria. De las fiestas viven millones de personas. La alegría –o la obligación de la alegría– da dinero. Voy a colaborar comprando esa Moreneta en acción, acuclillada. Será mi forma de protestar contra la intolerancia. Y para señalar que el copyright de la Virgen Negra hace tiempo que dejó de pertenecer a la Iglesia.


DILEMA. José Luis Rodríguez Zapatero ha tenido la desfachatez de volver para seguir cobrando. Ese desmemoriado publica un libro de memorias, El dilema. El dilema es decidir quién es el peor presidente de la democracia: Aznar, Rajoy, Zapatero.


PIANO. El caso de la pianista Laia Martín tampoco tendría que haber llegado a juicio. Fue demandada por contaminación acústica y por lesiones psíquicas a una vecina. Vamos, como si al otro lado de la pared ensayara Iron Maiden. Todos hemos soportado a algún aprendiz torturador de Beethoven: lo que salía de aquellas teclas tenía más que ver con la parálisis que con Para Elisa.


CRUEL. Laia es de la especie virtuosa, entonces alumna y hoy concertista. Para no molestar, los padres aislaron la habitación. Pese a la enmienda acústica, la sentaron ante el juez con una petición cruel: cinco años y medio de cárcel (la Fiscalía solicitaba ¡20 meses!) y que fuera inhabilitada para ejercer la profesión. Ha sido absuelta.


AMETRALLADORA. ¿Cómo compensarán a la pianista el susto, el desconcierto y el sufrimiento desde 2007, cuando la Fiscalía la denunció? ¿La acusación equiparaba el tableteo del piano al de la ametralladora? ¿Acaso era la capo de la Organización Criminal Mozart para merecer cinco años y medio de cárcel? ¿Y ahora qué? ¿Cómo le devolverán la música robada? ¿Ella se sentará ante el instrumento con libertad o acobardada? Ir a juicio debería ser la última de las decisiones.


COPITO. En 1985, el artista Carlos Pazos hizo un collage, que se distribuyó como postal de la revista Àrtics, en el que la Moreneta acunaba a Copito de Nieve, albino sobre azabache. Hubo un intento de censura, si bien la publicación salió a la calle sin escandalera. Ni denuncias ni excomuniones. El mono está tieso desde hace una década, el otro icono sigue en su trono. Desde 1985 han pasado 28 años. Estamos peor. Somos menos libres.




El restaurante de la semana: Bohèmic

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Bohèmic
            Manso, 42. Barcelona
T: 93.424.06.28.
Precio medio (sin vino): 30 €
Menú degustación: 50 €



El bistronómic que se cree bistrot




Me habría gustado que esta fuera mi primera visita a Bohèmic para dejarme deslumbrar por el fogonazo del descubrimiento, guiar a la tribu hasta este bistronómic que se cree bistrot y escribir frases alteradas: “Calambrazos de creatividad en un lugar inesperado”.

Argumentaría que en ese decorado de inclinación francesa se representa alta cocina pequeña, alta comedia gastronómica en dosis homeopáticas.

Y siendo todo eso verdad, la luxación entre contenido y continente, el respeto por un cocinero solitario, o habitualmente solo, que carga sobre las espaldas el tiempo, los siete años en los que Francesc Gimeno Manduley, Mandu, escoltado por su madre Maite, batalla para que este comedorcito sobreviva y recoja, en forma de público fiel, el reconocimiento que merece.

¿Qué hacer? ¿Cómo atraer a los comensales? ¿Acaso la oferta no es merecedora de desplazamientos desde otros barrios de la ciudad, de la provincia, del país?

Piensa Mandu, ¿y si dedicara los mediodías al tapeo, a ese vermut al que se consagra la ciudad con pasión y sometimiento? Podría porque sus bravas (“tienen una salida fenomenal”) son de las mejores, ahumadas, la salsa esponjosa, de un tiempo pre patatero allá por diciembre del 2007. Y aunque seguro que esa oferta ligera sería magnífica, me interesa la complejidad de otras miniaturas, como las gambas en dos versiones.

Gamba A: en un vaso, el bicho crudo con coco y lima, rollo thai. Sobre una pizarra, la cabeza, de la que sacar el jugo para engrasar la sopa, y un botecito con aceite picante para redondear el aliño. Es el comensal el que termina el plato en un acto de cocina participativa.

Gamba B: otro cabezón de bigotuda, tostado con soplete en la sala, bocado que antecede al plato hondo con el cuerpo del crustáceo, packchoy (verdura) y emulsión de fuagrás.

Ah, amigo, cómo te organizarás para sacar estas delicadezas a un hipotético comedor repleto, esfuerzo que requerirá de más cocineros, de más camareros, además de Maite y la ayuda inestimable de Eulàlia Torrens.

“Soy una máquina, concentrado, cuando me pongo pam-pam-pam”. Pam-pam-pam, plato tras otro. Este tío tiene más habilidad y peligro que Bruce Lee con los luchakos.

Junto a una lamparita, recostado en un sofá corrido como un chevalier, bebo Bancal del 2011 y como grandes platillos: la ensalada de cangrejo real y soja verde (la leguminosa es prescindible), la almeja a la brasa con hinojo y jugo ahumado, el canelón de pollo con fuagrás y queso comté y el cordero del Ripollès con parmentier realzado con kumquat (cítrico), que Eulàlia enseña en una cazuela en la que humea el romero.

Post clasicismo sacando la patita hacia la vanguardia. Doy estrellas a dos tastets: el bonito con tuétano, que requiere de nuevo de mi intervención para mezclar colágenos, y el mimolette caliente, postre de queso cocinado que oculta un pastelito de zanahoria.

Salgo contento y preocupado, sin saber si a Bohèmic le queda mucha o poca vida comercial. Y escribo que estoy deslumbrado por el fogonazo del redescubrimiento y con ganas de guiar a la tribu a este bistronómic que se cree bistrot.






            PICA-PICA
Atención: a la carta de vinos, que se fija en pequeñas bodegas.
Recomendable para: seguir la forja de la Nueva Cocina de Barrio.
Que huyan: los interesados por la oferta de un bistrot-bistrot.





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Lo que hemos comido (y algo de lo bebido)

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Comida familiar para estrechar la Navidad. 14 en la mesa (en las mesas) y platos del libro Hecho en casay algunas recetas nuevas.

He aquí en fotos apetecibles (pero no comestibles, no muerdan las fotos, por favor), que sirven como menú virtual.





1. Lata de berberechos kaseros.


2. Berenjenas lacadas con miso.




3. Anchoa con leche condensada y pimiento escalivado.
(NOU / NUEVO / NEW)




4. Tomatitos confitados a lo señora Lawson.
(NOU / NUEVO / NEW)




5. Tartine de Albert Adrià con tacos y hierbas secas.
(NOU / NUEVO / NEW)


6. La escudella con su canelón.
(NOU / NUEVO / NEW)



7. Butifarra de pollo y gambas.


8. Los turrones de La Pastisseria. + el turrón de curry y coco de Ita. + el tiramisú de Paloma.
Y algo de lo bebido.




El restaurante de la semana: Dos Palillos

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Dos Palillos
Elisabets, 9. Barcelona.
T: 93.304.05.13.
Precio medio (sin vino): 80 €
Menú degustación: 75 y 90€




En casa del dragón




Entendamos que Dos Palillos es un restaurante de altura europea.
Como Hernández y Fernández, diría más: ya querrían grandes y respetados restaurantes europeos estar a su altura.

Por la complejidad, por la minuciosidad, por ese retorcimiento de lo asiático hasta sacarle nuevos jugos, la cocina de Albert Raurich, secundado por el imprescindible Takeshi Somekawa, no cabe en la maqueta de una sencilla crónica.

Después de cinco años palilleando, la anécdota fundacional de las dos barras, la cañí a la entrada, la japo en el interior, queda como chascarrillo para no iniciados porque, dentro o fuera, los cientos de platillos que manejan hacen parecer mancos a los acróbatas chinos.

Dos Palillos es alta cocina pequeña, mínima expresión, máximo contenido;  familia, más espiritual que carnal, de Tickets, Pakta o 41º. Ciudadanos: es lo más a lo que puede llegar el tapeo inteligente.

Con el anzuelo, pesco de los apuntes un par de platos, de los 23 que Albert ha dispuesto. El salmonete curado y el nigiri con su piel: “Lo mejor es la piel, la servimos aparte para disfrutarla. Curamos el pescado sobre alga kombu, repleta de sal, de minerales”.

La sardina que quería ser anchoa: “Encontré un bote de anchoas confitadas con cuatro o cinco años y me interesó la agüita que dejaban, fantástica. Con esa salsa pintamos las sardinas”.

Preparaciones potentes y despojadas. Bocados en apariencia nimios y que explotan como torpedos. Ideas, trasfondo, indagaciones. Esas experiencias que días después siguen enganchadas al cerebro. Pasa con películas, pasa con libros y pasa con platos.  

Sentado al final de la barra, en primera fila del show, observando el dragón y el teatro kabuki de cocineros y camareros, dejo que Tamae Imachi, la copropietaria y sumiller, me tiente con un sake fresco, Kyoka, “con arroz pulido al 40%”. Necesito pulir el cerebro para comprender esto.

He señalado al dragón, que podría ser Albert y su carácter ardiente, pero también la brasa, donde asan el tramo final del placentero maratón: el tuétano teriyaki y el tataki de vaca gallega. He aquí la concesión carnívora a una plétora de vegetales, crustáceos, moluscos  y pescados, como los cortes de hígado de rape y shiitake, confitados en azúcar, soja y mirim.

Desde la antigüedad  llegan con aires de vanguardia las conservas y semiconservas, curados y fermentados, como el kimchi casero, en el que mezcla patitas de calamar y pencas de col, confundiendo.

Y en ese juego de liar, también los fideos udon, en realidad espardenyes.Tiemblo con la fragilidad de los salmonetes en tempura y otro rebozado casi inexistente para los calamarcitos.

Nenúfares thai, zamburiñas Saigón, sashimi de calamar con yuzu o pastel de té verde. El viaje. Los viajes con billete de vuelta.

Hoy, Albert está “en un punto de inflexión” y por eso él, que formó parte del corazón de El Bulli, se siente legitimado a recurrir a técnicas de las que ha prescindido hasta ahora.

Libre de lo superficial, una cocina medular, bella pero sin adorno, profunda y evocativa. En esencia, el dragón, que representa la sabiduría.






PICA-PICA
Atención: a la segunda sede de Dos Palillos, en Berlín.
Recomendable para: los que vibran con la cocina en vivo.
Que huyan: los adictos a los chinos de cinco euros.






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6 recetas de 'Hecho en casa'. Escudella ramen (1)

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ESCUDELLA RAMEN



QUÉ

Fideos de ramen (noodles)
Alga nori cortada en rectángulos
Cebolleta en rodajas
Para el caldo: agua, puerro, zanahoria, patata, cebolla, col, un cuarto de gallina, un trozo de costilla de ternera, hueso de ternera, tocino fresco, espinazo de cerdo, hueso blanco, perejil, sal, pimienta.
Para la 'pilota' de piñones: carne picada de cerdo, carne picada de ternera, ajo en polvo, galleta triturada, huevo batido, perejil, pimienta, sal, piñones troceados, harina.



CÓMO

Para la 'pilota': en un recipiente amplio, mezclar con maneras de alfarero todos los elementos, excepto la harina. Dar forma de balón de rugby. Enharinar.
Para el caldo: colocar los ingredientes en la olla exprés, llenar de agua hasta tres cuartos. Añadir la pilota de piñones. Cuando el pitorro comience a dar vueltas como un borracho en San Fermín, esperar media hora. Apagar, levantar el pitorro, dejar salir el vapor, abrir, colar y reservar las carnes para hacer kroketas. Cortar la pilota de piñones en rodajas.
Para los fideos: llenar un cazo con agua. Cuando hierva, apagar. Hidratar los fideos durante cuatro minutos. Reservar en el agua para que no se apelmacen.
Emplatado: en un plato, desenredar la madeja de fideos, cubrir con el caldo caliente. Orillar el embalse con tiras de alga y unas rodajas de pilota. Terminar con las cebolletas como si fueran flotadores.
Versión 1: completar con un huevo de codorniz hervido, pelado y cortado por la mitad. La pilota puede ser de pistachos.
Versión 2: añadir a cada servicio un cucharada de miso desleída o una cucharada de soja.


POR QUÉ

Barcelona-Tokio. Son caldos familiares, hermanados, de subsistencia. Calderas baratas y portátiles. Dentro de la heterodoxia, hay bastante ortodoxia. Se asemeja a un bol de ramen y se asemeja a una escudella. Y se aleja de ambas.
Respecto de la escudella, una de las muchas sopas fundacionales y amnióticas, emparentadas con otras ollas milenarias, existe la ventaja de ahorrar el líquido que requiere la cocción de la pasta. Los galets tradicionales chupan más que los banqueros. Respecto del ramen, el chasu (cerdo rustido) ha sido sustituido por la pilota, con el aliciente de los piñones.
Se asocia el ramen con el fast food, aunque con el cocinero aficionado habrá descubierto que es slow. Ivan Orkin, dueño de Ivan Ramen Plus, en Tokio y Nueva York, define las culebrillas humeantes como 'slow food fast'.
Si quema, tampoco es posible lo fast, lo rápido. A bufidos es slow, eslouuuu.

#sopa #ollaexprés #123 #asiatiquea #retromoderno #carne #ternera #cerdo #frutoseco #hortaliza #pasta



6 recetas de 'Hecho en casa'. Pulpo de fiesta (2)

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PULPO DE FIESTA


QUÉ

Pulpo cocido
Pimentón de La Vera
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Patatas
Mantequilla
Sal


CÓMO

Para las patatas: pelar y cortar en trozos. Hervir agua en un cazo, añadir las patatas cortadas. Cuando estén hechas, sacar los trozos y depositar en el vaso del túrmix. Espolvorear con sal, pimienta, dejar que resbalen trozos de mantequilla y aceite de oliva. Triturar. Si es necesario, añadir agua de la cocción. El resultado tiene que ser untuoso, que se quede pegado al dedo, irresistible al chuparlo.
Para el pulpo: comprar un pulpo ya cocido. Cortar para que queden tentáculos enteros con la correspondiente porción de cuerpo. Con un poco de aceite, ir rustiendo en una cazuela, rescatando los jugos del fondo con el agua de cocer las patatas, que irá aportando trocitos del tubérculo, lo que ligará la salsa. Salpimentar (salar con cuidado porque ya fue cocido con cloruro sódico). Remover con delicadeza para no romper los tentáculos. Mojar, concentrar: ir repitiendo la operación hasta que las patitas estén tiernas. Con el último sorbo húmedo, añadir el pimentón de La Vera, evitando así que se queme.
Emplatado: un manchurrón de puré cremoso, acostar el pulpo con gracia de maja desnuda y salsear.


POR QUÉ

Hay muchas versiones del pulpo a feira. Esta es otra. Demasiadas veces los ortodoxos jalean la pureza de un plato cuando el octópodo es de procedencia africana y la madera sobre el que lo depositan, cortado en monedas, es más insalubre que la pata de palo de un pirata.
Por servir a una discutible tradición han traicionado el platillo: no sabe más que a rancio. Intentando devolver la grandeza al amigo del capitán Nemo, lo acompañamos con un puré de patatas de almirante, graso, sabroso, más elástico que una gimnasta olímpica.
El pimentón caducado de los baruchos encuentra alternativa en el humo de la especia roja de La Vera. Sin mutilar el tentáculo, lo exponemos con respeto, largo y henchido de ventosas. Pulpo festivo, endomingado, que nos da la patita para saludar.

#pulpo #túrmix #especias #retromoderno #patata



Los mejores estrenos del 2013 en Barcelona

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Esta lista de 5 (con truco, porque salen más) es una aproximación a lo que ha sucedido en la ciudad en el 2013. Cada uno de los restaurantes ha sido reseñado en el blog. Los que deseen ampliar la información pueden buscar las referencias. He intentado tocar todos los palos, de los chefs bisoños a los chefs bizarros. 



1 PAKTA
Lleida, 5

Albert Adrià es un fenómeno que un día estudiará una revista especializada en lo paranormal, tal vez Más allá. En el 2013 ha levantado la persiana de Pakta y de Bodega 1900 y solo un problema inmobiliario le ha impedido encender el mexicano Yauarcan. Quienes prueban el pollo especiado auguran un sol azteca. Pakta es otra exitosa asociación con los Iglesias, los reyes del Paral·lel. Es un japoperuano, un nikkei que renueva y da elasticidad al concepto. En peruano-peruano, el despegue chicha de Ceviche 103. 



2 LA BIBLIOTECA GOURMANDE
Junta de Comerç, 28

Guillem Oliva es un bibliotecario de incunables, de platos sin tiempo. Siempre se ha mantenido fiel a lo rústico: si esta fuera una selección de muebles, habría que buscarlo en el apartado escandinavo (subsección Montseny). El albondigón de sepia con quenelles de patata violeta revisa un plato tradicional sin indulgencia estética. Cocina de anticuario, de brocanter, conecta bien con el tiempo de recesión, también gastro.




3 PAN&OLI
Galileu, 30

Las casas pequeñas y con presupuestos de dedal cosen una cocina que va suturando la ciudad, como Atapa-it, El Pecat, El Bar o Mont Bar, más atrevido. En el caso de Pan&Oli, sirven al barrio, al de Sants, que según los olfateadores comienza a ser un destino culinario más allá de lo ferroviario. En una ciudad donde la brava es epidémica, Eva Álvarez, Marc Navarro y Carlos Ortiz la han pensado en vasito y con cuchara. [Los MMB]




4 PUNX
Diagonal, 177

Este año han resucitado varios aristochefs, que han vuelto a la primera línea de fuego y brasa: Fermí Puig, Jean Luc Figueras o Àngel Pascual. De los tres, el único que ha optado por lo popular es Pascual, con precios de cachondeo. Atesoró una estrella y esa capacidad que lo llevó hasta el brillo no ha menguado. Un chollo barcelonés. El arroz de costilla ibérica al horno tiene un crujir tan intenso que te levanta de la silla.




5 L'EGGS
Paseo de Gràcia, 116

La especialización da visibilidad. Estudiar un producto a fondo; lo ha hecho Paco Pérez con el huevo en L'Eggs: tiene más posibilidades que un loft. Otros chefs se han multiplicado con negocios auxiliares: Jordi Herrera con Adagio Tapas, los Colombo con Bar Brutal, Jordi Cruz con Angle, Josep Maria Massó con Martinez y con Mantel, Oriol Rovira con Pork y Carles Tejedor con By. Gaig ha hecho lo contrario, se ha concentrado. Todo el talento en solo un espacio. 
En apartado singular, Felip Llufriu y el Moo, reconvertido en Roca Moo. Si bien no ha sido estreno, entra en la categoría cinematográfica de reestreno.





Los mejores estrenos del 2012 en Barcelona:

http://lacocinadelosvalientes.blogspot.com.es/2012/12/los-mejores-estrenos-del-2012-en.html




Los mejores estrenos del 2011 en Barcelona:

http://lacocinadelosvalientes.blogspot.com.es/2012/01/los-mejores-estrenos-del-2011-en.html








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